El limpiador lingual ayuda a completar la higiene bucal y su uso aporta múltiples beneficios en la prevención de la halitosis y enfermedades de la cavidad oral.
Cada vez más profesionales, odontólógos y farmacéuticos, aconsejan el uso de este complemento diario de la higiene bucal.
El éxito radica en un correcto uso en el dorso lingual, ya que la lengua es un importante reservorio para las bacterias que causantes del mal olor.
Tal vez la lengua sea uno de los órganos al que menos atención prestamos, a pesar de que la falta de higiene en ella puede provocar halitosis, infecciones causadas por hongos u otro tipo de enfermedades.
Con un limpiador específico ayudamos a mantener la salud de un órgano involucrado en acciones tan diferentes como el habla y la masticación y deglución de alimentos.
La mejor manera de limpiar la lengua no es utilizando el propio cepillo de dientes, sino un limpiador lingual, porque ayuda a eliminar más cantidad de bacterias, llegando a las zonas más lejanas de la lengua y es más preciso que los filamentos de un cepillo y más higiénico. Su uso, además, puede ser diario, ya que resulta menos agresivo que otras técnicas o utensilios. Más aún, su forma ergonómica favorece un raspado uniforme y altamente efectivo y se arrastran más bacterias que con otros métodos. Según datos del I Simposio Europeo de Halitosis celebrado en Madrid en marzo de 2013, el limpiador lingual es un 30% más eficaz que un cepillo dental.
Utilizarlo de manera continuada favorece la reducción del número de bacterias presentes en la lengua mejorando la salud bucal y previniendo el mal aliento.
El limpiador lingual ayuda a completar la higiene bucal y su uso aporta múltiples beneficios en la prevención de la halitosis y enfermedades de la cavidad oral.
Cada vez más profesionales, odontólógos y farmacéuticos, aconsejan el uso de este complemento diario de la higiene bucal.
El éxito radica en un correcto uso en el dorso lingual, ya que la lengua es un importante reservorio para las bacterias que causantes del mal olor.
Tal vez la lengua sea uno de los órganos al que menos atención prestamos, a pesar de que la falta de higiene en ella puede provocar halitosis, infecciones causadas por hongos u otro tipo de enfermedades.
Con un limpiador específico ayudamos a mantener la salud de un órgano involucrado en acciones tan diferentes como el habla y la masticación y deglución de alimentos.
La mejor manera de limpiar la lengua no es utilizando el propio cepillo de dientes, sino un limpiador lingual, porque ayuda a eliminar más cantidad de bacterias, llegando a las zonas más lejanas de la lengua y es más preciso que los filamentos de un cepillo y más higiénico. Su uso, además, puede ser diario, ya que resulta menos agresivo que otras técnicas o utensilios. Más aún, su forma ergonómica favorece un raspado uniforme y altamente efectivo y se arrastran más bacterias que con otros métodos. Según datos del I Simposio Europeo de Halitosis celebrado en Madrid en marzo de 2013, el limpiador lingual es un 30% más eficaz que un cepillo dental.
Utilizarlo de manera continuada favorece la reducción del número de bacterias presentes en la lengua mejorando la salud bucal y previniendo el mal aliento.
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