El mantenimiento periodontal es clave para evitar la recidiva de las enfermedades periodontales y periimplantarias y conseguir así un éxito a largo plazo de los resultados obtenidos en la fase terapéutica. Así, el tratamiento periodontal resulta ineficaz para mantener la salud periodontal si se omite la fase de mantenimiento periodontal.
El mantenimiento periodontal consiste en todos los procedimientos encaminados a mantener la salud bucal del paciente, a la detección precoz y al tratamiento de la enfermedad periodontal, nueva o recurrente. Se realiza a intervalos regulares para mantener controlados los factores de riesgo.
Sin terapia de mantenimiento el paciente tiende a volver a sus niveles anteriores de higiene, y existe una mayor probabilidad de recurrencia. Así mismo puede haber una mayor progresión de enfermedad tras el tratamiento quirúrgico.
Todo el equipo de salud bucodental debe estar implicado en la consecución de este objetivo asegurando un cumplimiento de las visitas a la clínica de forma regular y proporcionando unos cuidados al paciente lo suficientemente eficientes para mantener la boca libre de infección el máximo tiempo posible. Así cada miembro del equipo de salud bucodental tiene su parcela de responsabilidad para asegurar el éxito.
Del mismo modo, el paciente tiene una gran responsabilidad para mantener su dentición libre de placa en los intervalos entre las visitas de mantenimiento, y éstas van a compensar todo aquello que el paciente no realice en casa.
La cita de mantenimiento periodontal, de una duración aproximada entre 45 y 60 minutos, es un elemento muy importante dentro de la etapa de mantenimiento periodontal.
En primer lugar, debe comprender la revisión de las historias médica y bucal junto con la actualización de los fármacos que toma el paciente. Acto seguido se procederá a la evaluación clínica del estado bucal, dental, periodontal y periimplantario. De esta forma se consigue identificar aquellas áreas con patología periodontal nueva o refractaria.
Otro punto clave es la evaluación de la higiene oral y la necesidad de dar instrucciones específicas según el caso junto con la motivación del paciente
El tratamiento consistirá en la profilaxis, en la instrumentación de las localizaciones de riesgo, aquellas con profundidad de sondaje mayor a 3mm junto con sangrado y/o supuración, y por último en el pulido y/o fluorización si fuera necesario.
Una vez acabado el tratamiento, se establecerá la frecuencia de visitas mantenimiento según el análisis de riesgo del paciente.