Es comprensible que el paciente experimente una sensación de estrés a la hora de enfrentarse a un procedimiento más o menos complicado en la clínica dental. 

Este estrés muchas veces deriva de la falta de conocimiento sobre el proceso al que se va a someter. No debemos olvidar que el paciente desconoce la anatomía o el léxico que habitualmente emplean los profesionales, por lo que puede que no siempre entienda completamente cuál es su problema y cómo será el procedimiento dental que llevará a la solución. 

Para facilitar al profesional la explicación de las patologías y de los posibles procedimientos dentales, se ha descubierto que los modelos dentales son una herramienta de gran utilidad. Permiten explicar la anatomía de la boca (dientes, encías, huesos…), así como los problemas que puedan presentarse con un apoyo físico que hace más comprensible para el paciente la situación y, por tanto, reducen el estrés que esta pueda provocarle. Por ejemplo, hay modelos que muestran procesos de caries, gingivitis, periodontitis, así como modelos que describen las fases de inserción de un implante, que pueden aclarar dudas de los pacientes. 

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