Conseguir que los niños se laven los dientes puede ser una ardua tarea. Así, la clave para que un niño coja el hábito de cepillarse los dientes a diario es hacer que esto se convierta en un momento divertido y no en una obligación.
Cómo crear un ambiente divertido
- Momento familiar: consiga que cepillarse los dientes se convierta en una actividad familiar. Que los hermanos se laven los dientes todos juntos, o que padres e hijos compartan el momento es una buena táctica para que el niño se sienta a gusto. De este modo, seguro que comenzará a imitarles. Además, cuando lo haga, apláudale y dígale lo bien que lo ha hecho. Cuanto más feliz y emocionada vea a la familia, más querrá cepillarse los dientes para que los demás se sientan orgullosos.
- Momento musical: un buen truco es cantar canciones o escuchar su música favorita. Cepillarse al ritmo de la música siempre es una actividad divertida. También puede inventarse coreografías.
- Cepillos especiales: actualmente en el mercado existen diversos cepillos musicales, en los que suena una melodía durante dos minutos (tiempo recomendado del cepillado). También puede ayudar que el niño le acompañe a elegir su propio cepillo, e incluso comprarle varios cepillos de colores diferentes, para que así pueda cambiar cuando se aburra.
- El uso de un reloj de arena que marque dos minutos también puede ser una alternativa.
- El baño como habitación de juegos: decorar el baño de forma que le parezca atractivo al niño siempre es una buena idea.
- Coloque algunos de sus dibujos por las paredes, permita que tenga acceso al espejo, cómprele un soporte para colocar el cepillo de dientes que parezca un juguete… Son solo algunos de los trucos.
- En lugar de cepillarse antes de ir a dormir, acostumbre al niño a hacerlo después de la cena, o antes de ver su programa de televisión favorito. Seguramente le dará menos pereza.
- Enséñele las técnicas correctas del cepillado.
Pero sin duda lo más importante es su actitud. Si usted está entusiasmado y hace del momento del cepillado la actividad más emocionante del mundo, eso se lo trasmitirá al niño.
Consejos a tener en cuenta
- Deje que el niño se cepille él mismo, y más tarde hágale un último repaso para asegurarse que los dientes están bien limpios.
- Utilice poca pasta dentífrica, ya que contra más cantidad use más espuma se creará en la boca del niño, lo que le dificultará la tarea del cepillado.
- Elija una pasta especial con esmalte protector para niños, puesto que muchas contienen aromas fuertes que los adultos no perciben pero que pueden irritar las bocas más jóvenes. También es necesario que tenga un sabor agradable, como si de una golosina se tratase.
- Asegúrese de que escupa la pasta dentífrica. Su ingestión puede llevar a la fluorosis y provocarle manchas en los dientes.