El agrandamiento gingival consiste en el aumento del volumen de la encía (altura, grosor o ambos). Las consecuencias de un agrandamiento gingival pueden incluir dolor en la masticación, alteración en la deglución, trastornos del habla, hemorragia gingival, alteraciones periodontales y alteraciones en la oclusión.
Puede deberse a varias causas como consecuencia de
enfermedades genéticas, estados como el
embarazo, etc. Pero
también puede ocurrir como reacción adversa al uso de determinados medicamentos.
Esta relación se ha establecido sobre todo en respuesta al uso de anticonvulsivantes (fenitoína), antagonistas del calcio (nifedipino) e inmunosupresores selectivos (ciclosporina), aunque también se ha asociado con otros fármacos.
En el caso de la fenitoína, hasta el 50% de los pacientes pueden sufrir agrandamiento gingival. Su principal indicación es tratar o prevenir diferentes tipos de convulsiones, como ocurre con los pacientes epilépticos.
El nifedipino es un bloqueante de los canales de calcio y está indicado para pacientes con hipertensión o con angina de pecho crónica estable; tiene una incidencia de agrandamiento gingival muy variable, entre el 0,5% y el 83%. Existen otros medicamentos de la misma familia como diltiazem, verapamilo o amlodipino que también podrían producir el mismo efecto adverso aunque con menor incidencia.
La ciclosporina es un inmunosupresor que se utiliza para suprimir la respuesta inmune y así prevenir el rechazo asociado a trasplantes de órganos sólidos (por ejemplo, trasplante renal) y trasplantes de médula ósea. Además, también se usa en otras enfermedades que requieren esta inmunosupresión, como son la artritis reumatoide, el síndrome nefrótico u otras patologías dermatológicas. La incidencia de agrandamiento gingival en los pacientes que utilizan ciclosporina varía entre el 7 y el 70%.
Estos fármacos, aunque tienen acciones diferentes y se utilizan para distintas patologías, tienen en común que
inhiben la captación celular del calcio, lo que a priori se considera relacionado con el agrandamientogingival, aunque el mecanismo no está del todo determinado.
El aumento del volumen de la encía aparece generalmente a partir de los tres meses del inicio de la administración del fármaco, y ocurre con más incidencia en la parte anterior mandibular, sobre todo en la encía marginal y en la papila, de forma que crecen ligeramente y sangran con facilidad. A medida que incrementa el tiempo de administración y/o la dosis del fármaco, el agrandamiento gingival será aún mayor, pudiendo producirse las alteraciones funcionales y estéticas anteriormente descritas.
La placa bacteriana o biofilm es un factor presente en todas las patologías que implican inflamación periodontal y su presencia exacerba los cambios en el contorno gingival, por lo que se considera un cofactor de riesgo en la hiperplasia gingival inducida por medicamentos. La gravedad del agrandamiento gingival está correlacionada con una higiene bucal deficiente. Hay que tener en cuenta que en los pacientes con agrandamiento gingival se hace más difícil llevar una correcta higiene bucal, por lo que el problema puede agravarse.
Hay que tener en cuenta que en los pacientes con agrandamiento gingival se hace más difícil llevar una correcta higiene bucal, por lo que el problema puede agravarse
Además, existen otros factores de riesgo que pueden influir en la aparición y desarrollo del agrandamiento gingival como la edad (los niños y los adolescentes son más susceptibles) y la predisposición genética.
El tratamiento del agrandamiento gingival inducido por fármacos debe abordar diferentes aspectos:
- Control exhaustivo de placa. Esta medida puede ser eficaz en pacientes con agrandamiento gingival leve o moderado. Se debe realizar en clínica dental, mediante raspado y alisado radicular, y en el domicilio, con buena higiene bucal y el uso de antisépticos con clorhexidina.
- Sustitución del fármaco que originó el problema por otro de eficacia similar y menor riesgo de agrandamiento gingival, siempre y cuando sea posible. Así, la fenitoína podría sustituirse por carbamazepina o ácido valproico, la ciclosporina por tacrolimus y el nifedipino por otro antagonista del calcio con menor riesgo como el verapamilo. En cualquier caso, debe ser el médico quien realice la evaluación beneficio/riesgo de la posible sustitución. Es la medida más eficaz. Para algunas sustituciones, ha supuesto la regresión a la casi normalidad en 4 meses. Esta medida no siempre puede aplicarse ya que el buen control de otra patología con la medicación que ha provocado el agrandamiento puede hacer que no sea aconsejable su cambio.
- En casos más severos y cuando no sea posible aplicar las medidas anteriores, puede estar indicada la escisión del exceso de tejido y restauración del contorno gingival mediante una gingivectomía a bisel externo. Existe el riesgo de recidivas si no se retira la medicación que provocó el agrandamiento gingival en hasta un 40% de los pacientes.