Consejos para una boca sana
20 mar 2019
La boca tiene numerosas funciones, como hablar, sonreír, masticar, etc. La salud bucal es fundamental. Sin embargo, los últimos estudios indican que una prevalencia de patologías como la caries o las enfermedades de las encías superior al 90%. Esto se debe principalmente a que no somos conscientes de la importancia que tiene o cómo mantener una adecuada higiene bucal. Hoy, Día Mundial de la Salud Bucal, queremos ofreceros un decálogo de consejos para ayudaros a mantener una buena salud bucal.
1. Comprar los cepillos de dientes (o cabezales en el caso de usar eléctricos) de 4 en 4 y renovar el cepillo con cada cambio de estación.
Es recomendable cambiar el cepillo cada 3 meses (o antes si se observa desgate de los filamentos). Muchas veces no los cambiamos porque no nos damos cuenta, no recordamos cuánto tiempo ha pasado desde que lo empezamos a utilizar o no tenemos un cepillo nuevo disponible para cambiarlo en el momento que lo pensamos. Comprando los cepillos para todo el año nos aseguraremos tener siempre disponible uno, y si asociamos renovar el cepillo al cambio de estación, nos acordaremos más fácilmente.
2. Realizar un correcto cepillado.
¿Y cómo se hace bien? 3 pasos:
1. Utilizar cepillos sean de la más alta calidad.
2. Realizarlo 3 veces al día o después de las comidas durante, al menos, 2 minutos. ¿Por qué 2 minutos? Porque es lo que se calcula que se tarda en pasar por todos los dientes y por todas las caras de cada diente (sin olvidar): 30 segundos por cada cuadrante.
3. Utilizar una buena técnica de cepillado. ¿Cuál es la mejor técnica de cepillado? Aquella con la que consigas un buen control de la placa bacteriana o biofilm. Si con tu técnica controlas bien el biofilm, no es necesario modificarla. Nosotros en adultos recomendamos la técnica de Bass modificada, que es la más indicada para prevenir enfermedades de las encías. Puedes ver cómo realizarla aquí.
3. Realizar la higiene interproximal con sedas/cintas o cepillos interdentales antes del cepillado nocturno.
Muchas veces no realizamos la higiene interdental después del cepillado, decidimos dejarlo para otro día por estar cansados. En cambio, el hábito del cepillado lo tenemos bastante interiorizado, por lo que, si hacemos la higiene interdental antes, es muy probable que después realicemos el cepillado (no lo dejaremos para otro día), y nos será más fácil adquirir el hábito.
4. Deja pasar 10-15 minutos después de comer para realizar el cepillado, especialmente si se ingieren ácidos o si tienes hipersensibilidad dental.
Los ácidos que ingerimos en la dieta (por ejemplo, los refrescos) pueden erosionar el esmalte. Si nos cepillamos inmediatamente tras su consumo, tenemos el riesgo de “frotar” estos ácidos contra el esmalte. Por ello, recomendable dejar pasar 10-15’ antes del cepillado en estos casos para que la saliva neutralice los ácidos, y evitar erosionar el esmalte.
5. Utiliza el colutorio de forma diaria.
Las pastas dentífricas y los colutorios aportan distintas propiedades a la cavidad bucal: pueden ser anticaries, antiplaca, ayudar a mejorar el aliento, etc. La gran mayoría de la población se cepilla los dientes con pasta dentífrica (importante que sea de baja abrasividad), sin embargo, con el colutorio, este hábito no está tan adquirido. Los colutorios, además de aportar frescor y otros beneficios según su composición, nos permiten llegar a otras zonas que no lo hacemos con el cepillado, como las mucosas, el paladar, las amígdalas, etc.
6. Utilizar un revelador de placa.
Los reveladores de placa muestran dónde se encuentra la placa. Con su uso, sabremos en qué partes de la boca somos menos eficientes y cómo poder mejorar nuestro cepillado.
7. Dejar el tabaco.
El tabaco no solo es malo para los pulmones, sino que es peligrosísimo para nuestra boca:
8. ¡No olvidar la lengua!
En la lengua se acumulan bacterias y restos de alimentos que pueden producir mal aliento, además de poder pasar a otras zonas de la boca. Por ello, es fundamental su higiene, preferiblemente con el limpiador lingual o, si no, con el cepillo.
9. Visitar al dentista (al menos) una vez al año.
Principalmente por dos motivos: en primer lugar, porque nadie es completamente eficaz en la eliminación de placa bacteriana y porque además, el cálculo (placa bacteriana que ha cristalizado) solo se puede eliminar en la clínica dental, no es posible eliminarlo con la higiene bucal. Y en segundo lugar, para poder comprobar que no haya ninguna patología incipiente o tratarla si la hubiera. Prevenir es mejor que curar.
10. Cuida tu salud bucal, cuida tu salud general.
La salud bucal, concretamente de las encías, está relacionada con la salud del resto del cuerpo. La razón es que se ha demostrado científicamente que la enfermedad de las encías en su variante más grave (la periodontitis severa) puede incrementar el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del embarazo y hasta más de 50 patologías relacionadas.
Por tanto, siguiendo las recomendaciones anteriores, no solo estarás cuidando tu boca, sino que también estarás cuidando tu cuerpo.
Ernesto de la Puente Ruiz
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