Actualidad para profesionales de la odontología
17 ene 2017
La higiene bucal ha acompañado a la humanidad desde los inicios de la civilización. Todas las épocas y culturas han incorporado elementos para mejorar la higiene bucal de las personas y, por consiguiente, mejorar su salud bucal y su calidad de vida en general.
A comienzos de los años sesenta del siglo pasado, aparece el cepillo dental eléctrico como una alternativa a los métodos manuales tradicionales de cepillado, sobre todo en personas con limitaciones de destreza manual.
Un cepillo dental eléctrico es aquel que incorpora en su mango un motor que proporciona un movimiento mecánico, con la finalidad de añadir un cabezal que realice el efecto de cepillado sobre los dientes(1).
Inicialmente, el modo de acción de los cepillos eléctricos se basaba en una combinación de movimientos horizontales y verticales, intentando imitar los movimientos de vaivén de las técnicas de cepillado tradicionales.
A mediados de los años ochenta y en la década de los noventa, aparecen nuevas generaciones de cepillos eléctricos que, o bien aplican un movimiento circular o rotatorio/oscilante con pulsación, o bien disponen de cabezales que se mueven a alta frecuencia, lo que se conoce como tecnología sónica(2).
En la tecnología sónica, el cepillo eléctrico emite vibraciones acústicas a alta frecuencia (entre 260-500 Hz) provocadas por la vibración en sentido horizontal de los filamentos a una velocidad de entre 16.000 y 45.000 movimientos por minuto, frente a los 300 movimientos por minuto que puede llegar a generar un cepillo manual durante el cepillado.
Los cepillos sónicos presentan dos mecanismos de limpieza: el mecánico y otro basado propiamente en dicha tecnología:
De esta forma, la ventaja básica del cepillado sónico frente a otras tecnologías radica en que éste añade a la acción de la limpieza mecánica convencional (fricción) una acción de dinámica de fluidos.
Esta acción ayuda a alterar las colonias bacterianas y, a su vez, inhibe su crecimiento y desarrollo. Al alcanzar zonas de difícil acceso, también contribuye a diluir y eliminar las toxinas producidas por las bacterias que viven en ellas. Ambas acciones ayudan a minimizar los efectos negativos del biofilm bucal.
Los cepillos eléctricos están indicados para todo tipo de personas, pero siguen siendo especialmente útiles en personas con limitaciones para realizar una correcta higiene bucal, con dificultad para dominar una técnica de cepillado manual adecuada y con limitaciones de destreza manual (artrosis, artritis, etc.), personas discapacitadas, personas no orientadas por odontólogos o con falta de motivación, ancianos, etc.
Se han realizado multitud de estudios para evaluar la eficacia y seguridad de los cepillos eléctricos en personas con ciertas situaciones específicas, como pacientes con enfermedad periodontal, con implantes, con tratamiento ortodóntico o con discapacidad, para los que una eliminación exhaustiva del biofilm bucal es esencial, con el fin de evitar posibles complicaciones. En todos ellos se ha observado que esta tecnología aporta múltiples beneficios a la hora de realizar la higiene bucal diaria.
En los pacientes con enfermedad periodontal, una vez han sido tratados, el éxito del tratamiento periodontal depende de muchos factores, pero un prerrequisito para el éxito a largo plazo reside en la habilidad del inpiduo para mantener un elevado nivel de eliminación del biofilm.
Se sabe, además, que los pacientes periodontales tienen un control del biofilm bucal inadecuado y son propensos a desarrollar recaídas. Una de las medidas para facilitar los procedimientos de hi-giene bucal es la utilización de cepillos eléctricos, ya que este tipo de pacientes necesita un tiempo de cepillado mayor al habitual, entre tres y cuatro minutos.
El papel de los cepillos eléctricos en el mantenimiento de la terapia periodontal se ha investigado en distintos estudios clínicos(3,4). Éstos avalan la eficacia y la seguridad del uso de cepillos eléctricos por parte de pacientes con enfermedad periodontal.
Así mismo, en los pacientes con implantes dentales, el acúmulo de biofilm puede producir complicaciones y derivar en el desarrollo de enfermedades periimplantarias (mucositis periimplantarias y periimplantitis). Los cepillos eléctricos con tecnología sónica han demostrado ser seguros en pacientes con prótesis fijas o implantes(5,6).
También, los pacientes con ortodoncia fija tienen más riesgo de desarrollar caries e inflamación gingival, ya que los brackets, los arcos, así como otros elementos de la aparatología ortodóntica, son estructuras que favorecen la acumulación de biofilm y comprometen su correcta eliminación, alterando la higiene bucal de estos pacientes.
Los cepillos eléctricos con tecnología sónica han demostrado mejorar tanto los niveles de placa como de sangrado gingival en pacientes con ortodoncia fija(7). Por último, en pacientes con discapacidad intelectual también puede ser una herramienta efectiva de higiene bucal, como demuestra un estudio publicado recientemente(8).
CONCLUSIÓN
El cepillo eléctrico sónico representa una alternativa válida para todas las personas y ha demostrado ser seguro y efectivo en la eliminación de la placa o biofilm dental. Además, posee el potencial de mejorar la higiene bucal mediante la mejora de la técnica de cepillado y el incremento de la motivación de las personas.
Indicado para todo tipo de personas:
– Problemas de encías
– Ortodoncia
– Implantes
Dr. Xavier Calvo,
Periodoncista y Medical Advisor de DENTAID
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