Esta es la pregunta más formulada en la consulta del odontólogo o el periodoncista cuando a un paciente se le van a colocar implantes. Y la respuesta es cada vez más clara: sí, si se realiza un correcto mantenimiento. 

Las bacterias, que todos tenemos en la boca, causantes de la inflamación y sangrado de las encías y en última instancia de la periodontitis, pueden afectar del mismo modo, o en mayor grado, a los implantes. En este caso se produce inflamación de la encía que rodea el implante y pérdida progresiva del hueso que lo soporta, lo que conduce al fracaso del tratamiento. 

¿Y cómo puedo cuidar mis implantes? 

Es de obligado cumplimiento hacerlo en dos sitios: en la consulta y en casa. 

1. En la consulta: el equipo dental y especialmente los higienistas, por su papel en la prevención y promoción de la salud bucal, serán los encargados de insistir en la importancia de una adecuada técnica de higiene que sea eficaz en la eliminación del biofilm oral. 

Enseñarán al paciente cómo debe cepillarse, tanto las áreas de los implantes como el resto de la dentición, ya que está demostrada la relación entre el estado de las encías en los dientes naturales y los implantes. Instruirán al paciente en la forma de hacer el cepillado de los implantes más eficaz y en los instrumentos que pueden facilitarle dicha tarea, además de controlar el estado de las encías alrededor de los implantes y en el resto de los dientes. 

Por otro lado, realizarán una profilaxis profesional y radiografías de los implantes, si es necesario. En esta visita también se revisa la estabilidad, funcionalidad y estética de la prótesis sobre implantes. 

2. En casa: el paciente debe poner en práctica, a diario, lo aprendido en la consulta, adaptando las distintas técnicas a sus necesidades. 

Actualmente disponemos de diversos métodos y medios auxiliares para mantener mejor nuestros implantes: 

· Cepillo manual o eléctrico: elimina de forma mecánica el biofilm oral. 

· Seda dental: se utiliza para completar la higiene de los espacios interproximales, donde el cepillo no llega. En los casos de implantes unitarios se utiliza del mismo modo que entre los dientes naturales. En cambio, en presencia de puentes o rehabilitaciones completas (sobre diente o sobre implantes) es necesaria la ayuda de un enhebrador que permita introducir la seda entre la prótesis y la encía, o la utilización de una seda especial de nailon que consta de una punta semirrígida que permite enhebrar del mismo modo la seda, accediendo a los espacios interdentales. 

· Cepillos interdentales y cepillos unipenacho: diseñados también para los espacios entre los dientes o implantes, tienen la misma función que la seda. Existen diferentes marcas, diseños y códigos de colores. Cada cepillo es de un color en función del diámetro del mismo, de manera que el odontólogo/higienista debe recomendar los cepillos más adecuados para sus pacientes y los diferentes espacios que tenga entre sus dientes/ implantes. 

· Irrigadores bucales: son unos dispositivos que dirigen un chorro constante o pulsátil de agua a alta presión por una boquilla sobre las distintas superficies del diente. Limpian con más eficacia las bacterias y los desechos no adherentes de la boca. 

· Agentes antimicrobianos en forma de colutorios: son una ayuda en el control de la placa bacteriana en pacientes portadores o no de implantes, ya que consiguen llegar a zonas de difícil acceso, pero siempre son un complemento en la higiene diaria y se aplican después de la limpieza mecánica.