Las enfermedades periodontales, también conocidas como enfermedades de las encías son muy comunes entre los adultos. En dichas enfermedades, algunos grupos de bacterias generan un proceso inflamatorio en los tejidos de soporte del diente. Esta inflamación comienza en la encía y se denomina gingivitis. Si no es tratada debidamente, puede evolucionar a periodontitis lo que conlleva a una destrucción del hueso de soporte del diente y en última instancia la pérdida total del diente.
Un estudio sobre salud bucodental realizado el año 2010 demuestra que nueve de cada diez adultos mayores de 35 años sufren procesos periodontales. Como expuso el Dr. Juan Puchades en el II Simposio SEPA DENTAID, los procesos periodontales conllevan secuelas a nivel estético y funcional.
9 de cada 10 adultos mayores de 35 años
sufren procesos periodontales
Para prevenir la enfermedad periodontal es primordial mantener un buen control de nuestra higiene bucal. Otros factores como el consumo de tabaco, la diabetes o el estrés juegan un papel importante en la prevención de las enfermedades periodontales.
En las enfermedades periodontales, las bacterias se adhieren al diente creando un biofilm dental, que puede progresar y crecer por debajo de la encía, generando un proceso inflamatorio subgingival. El biofilm es la placa bacteriana que se deposita sobre el diente y contiene comunidades de bacterias que se adaptan a su entorno y están capacitadas para comunicarse. Con el desarrollo del biofilm las bacterias ganan resistencia. La higiene bucal es muy importante pues conlleva una eliminación mecánica del biofilm, e impide su establecimiento y desarrollo
Las bacterias, al crecer en forma de biofilm, desarrollan capacidades defensivas para sobrevivir a los antimicrobianos. Si el número de bacterias es elevado, con la protección y resistencia que les aporta el biofilm, pueden contrarrestar fácilmente cualquier tratamiento antimicrobiano, incluidos algunos mecanismos de defensa de nuestro organismo.
Si ya se ha establecido la enfermedad periodontal se deberán realizar tratamientos mecánicos en clínica para eliminar los depósitos blandos, biofilm, y duros, sarro, junto con la instauración de unas técnicas de higiene bucal correcta y el uso coadyuvante de una terapia química.
La terapia química es más efectiva si se combina con la anterior. Se ha demostrado que la Clorhexidina reduce las cargas bacterianas. La combinación de una buena higiene y control bacteriano mediante la aplicación de antimicrobianos efectivos es fundamental para el control posterior de la enfermedad.
Fuentes:
II Simposio SEPA-DENTAID.: Biofilms bucales y sus consecuencias