La boca es un hábitat natural para las bacterias, que se acumulan en forma de biofilm oral tanto en los tejidos que rodean a los dientes naturales como en los que rodean a los implantes. Cuando la infección bacteriana se produce en las “encías” (en realidad es mucosa) que están alrededor de un implante osteointegrado se conoce como mucositis periimplantaria.
La mucositis periimplantaria tiene los mismos signos que la gingivitis por lo que a las encías se refiere:
inflamación, enrojecimiento y sangrado. También favorece la aparición de
mal aliento.
La mucositis periimplantaria es reversible si se trata adecuadamente, sin embargo, si se descuida su tratamiento, puede evolucionar a una periimplantitis, que se conoce como un proceso inflamatorio de los tejidos que rodean un implante osteointegrado provocando la pérdida de soporte óseo, hecho que puede representar el fracaso del implante, entre otras consecuencias graves para nuestra salud bucal.
Las bacterias de la boca tienen una capacidad extraordinaria para multiplicarse y juntarse con otras para colonizar determinadas zonas. A estas agrupaciones bacterianas se les denomina biofilm oral, causante de muchas afecciones bucales y de la inflamación de las encías y los tejidos blandos que rodean un implante.
Antes de realizar cualquier implante, es necesario controlar el biofilm bucal en la clínica dental mediante técnicas mecánicas y químicas a base de Clorhexidina y Cloruro de Cetilpiridinio y mantener siempre las medidas de higiene bucal necesarias para controlar su continua formación.
En ocasiones, los portadores de implantes dentales piensan que al ser un implante un diente artificial, no es necesario cuidarlo. Todo lo contrario. Los implantes deben cuidarse, si cabe, más que los propios dientes porque las bacterias pueden adherirse a ellos con mayor facilidad que en los dientes naturales. Además, otro de los motivos por los que es fundamental extremar la higiene oral en un portador de implantes es porque al colocar el implante se pueden formar unas pseudobolsas de 4-5 mm, adyacentes al implante, con un entorno pobre en oxigeno constituyendo el hábitat ideal para las bacterias anaerobias (que no necesitan de oxígeno para su metabolismo) como pueden ser especies de capnocitofagos y las
Porphyromonas gingivalis, estas últimas de carácter más patogénico.
¿Cómo tratar la mucositis alrededor de un implante?
Un mes y medio después de la colocación de un implante o corona, el paciente debe acudir a revisión con su odontólogo. Este valorará la situación y si detecta biofilm bucal o hay sangrado al hacer el sondaje intervendrá con instrumentos mecánicos, como las curetas o los ultrasonidos, para eliminarlo sin dañar la superficie del cuello del implante.
En el caso de detectar pseudobolsas el uso de antisépticos será fundamental. Previamente se tendrá que desestructurar el biofilm con procedimientos mecánicos, de lo contrario el antiséptico no será efectivo y por lo tanto no desinfectará correctamente la zona. La desinfección a base de antiséptico se realizará ya sea con técnicas de aire abrasivo, en la parte de la corona, o por irrigación, en el interior de la bolsa.
Tras este tratamiento se seguirá durante unas tres semanas, una pauta de higiene bucal con colutorios y pastas de dientes con clorhexidina en su formulación, así como cepillos interproximales impregnados con un gel formulado, también, con clorhexidina.
Sumando a estas pautas marcadas por nuestro odontólogo para combatir la mucositis periimplantaria, dedicar el tiempo y la atención adecuada a nuestra higiene bucodental será, en su conjunto, la fórmula perfecta para reencontrarse con una buena salud bucal y evitar que evolucione hacia una periimplantitis.
Fuentes:
Ponencia de la Dra. Laurancee Adriens en el II SIMPOSIO SEPA - DENTAID
Dentaid. Problemas de encías