Eran los años 80 y surgió con fuerza, especialmente en EE.UU., un estilo de vida en torno a la música
hip hop y
gangsta rap. Entre sus señas de identidad estaba el mostrar, de manera orgullosa, joyas lujosas y brillantes (el
bling). Dentro de esa joyería apareció una modalidad más radical y contracultural denominada grill, que se portaba en los dientes. Décadas después esta moda de joyería ‘dental’ ha vuelto a las portadas de las revistas de la mano de famosos como Johnny Depp, Madonna o Rihanna, entre otros.
Los grills suelen estar realizados en plata, oro o platino y, en ocasiones, lucen incrustaciones de piedras preciosas. Son realizados a medida para adaptarse a los dientes del cliente, y por lo general se pueden quitar, aunque hay algunos permanentes.
Desde su aparición, las autoridades sanitarias y los colegios profesionales de dentistas han advertido de la peligrosidad de esta moda.
Desde su aparición, las autoridades sanitarias y los colegios profesionales de dentistas han advertido de la peligrosidad de esta moda. Por lo general, este tipo de estructuras pueden provocar en sus portadores irritaciones, reacciones alérgicas y, debido a que alimentos o bebidas pueden quedar atrapadas entre los grills y los dientes y encías, problemas periodontales e incluso caries.
Este tipo de problemas se acrecientan al existir, además, un mercado de grills que incluso se venden por Internet, con el consiguiente nulo control de su origen o materiales utilizados, así como de su adaptabilidad a la morfología bucal única de cada persona.
Y es que una mala adaptación de estas estructuras puede producir también sobrecargas sobre algunos dientes. Igualmente pueden limitar la capacidad de cerrar la boca o realizar una correcta mordida, provocando tensión en músculos y en las articulaciones mandibulares.
Hay que tener en cuenta que los grills son estructuras agresivas tanto para dientes como para encías y mucosas bucales. Los menos perjudiciales serían aquellos grills realizados a partir de un molde de la dentición de la persona que los va a portar, y siempre removibles, nunca permanentes. Sin embargo, hasta en esos casos pueden aparecer problemas por el roce de los grills con otros dientes o con las mucosas, además de favorecer el acúmulo de placa bacteriana y los problemas que ello conlleva (caries, y enfermedades periodontales).
Cualquier persona que se decida a utilizar grills dentales debe cuidar en extremo su higiene bucal, con cepillados periódicos varias veces al día e incluyendo el uso de hilo y colutorio bucal . También se debe quitar el grill antes de comer y limpiarlo con regularidad para eliminar bacterias y restos de comidas. En cualquier caso, si a pesar de los problemas que pueden generar se decide formar parte de esta moda, lo más adecuado es consultar con nuestro odontólogo para conocer su opinión y consejos.
Fuentes:
“
Dentists Say Dental Grills Might Bring Glitz, But Could Tarnish Smile”.
American Dental Association
“
Are grills safe for my mouth”.
American Dental Association
“
Could grills ruin your teeth?”
Daily Mail
“
Bocas más doradas que nunca”.
Diario de León