Con motivo del
Día mundial contra el cáncer que se celebra todos los años el 4 de febrero, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) acaba de publicar el informe anual sobre incidencia, prevalencia, supervivencia y mortalidad del cáncer en España.
En dicho informe, se apunta que, en las dos últimas décadas, el número de tumores diagnosticados en España ha experimentado un crecimiento constante. El aumento de la población, su envejecimiento —debido a una mayor esperanza de vida—, el diagnóstico precoz y los hábitos de vida poco saludables son los responsables de este crecimiento que ha superado ya las estimaciones que se habían hecho para el año 2020.
Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerán un cáncer a lo largo de su vida. El ejercicio regular, el abandono de los hábitos tóxicos (tabaco y alcohol) y una alimentación equilibrada que permita mantener un control adecuado del peso podrían evitar hasta un tercio de los casos de cáncer.
Gracias al avance en las medidas terapéuticas frente al cáncer, como media, más de la mitad de los casos conseguirán superar la enfermedad. Sin embargo, los tratamientos tradicionales utilizados en el manejo de esta enfermedad (cirugía, quimioterapia y radioterapia) son agresivos y pueden causar alteraciones en distintas partes del organismo, siendo la mucosa gastrointestinal uno de los puntos más susceptibles de padecerlas.
Las
complicaciones bucodentales estarán presentes en la mayoría de las personas que padezcan un cáncer de cabeza o cuello, así como en el 40% de las que sufran un cáncer en otra localización, y podrán condicionar la pauta terapéutica que reciba el enfermo.
Las personas con una higiene oral inadecuada, las que padezcan algún tipo de enfermedad bucodental de base o las que presenten otros factores que comprometan la integridad de la mucosa oral serán las
más susceptibles de presentar complicaciones orales. La edad, el tipo de cáncer, el tratamiento y la intensidad de la situación de inmunodepresión marcarán la
gravedad de las complicaciones.
Por estricto orden alfabético, las
complicaciones bucodentales que pueden aparecer en la persona con cáncer son:
- Deshidratación.
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Dolor.
- Enfermedad periodontal (enfermedad de las encías).
- Gusto alterado.
- Infecciones.
- Malnutrición.
- Mucositis (reacción inflamatoria de la mucosa, generalmente ulcerativa).
- Neurotoxicidad (molestia constante, similar al dolor de muelas, por daño del sistema nervioso).
- Osteorradionecrosis (muerte del hueso producida por la irradiación).
- Sangrado.
- Trastornos dentales (caries, pérdida de dientes o anomalías del desarrollo dental).
- Xerostomía (reducción de la secreción de saliva).
Una buena higiene bucodental, antes y durante el tratamiento, será determinante a la hora de evitar estas complicaciones. Cepillarse bien los dientes y la línea de las encías con un cepillo y un dentífrico de buena calidad, usar el hilo dental o los cepillos interproximales, enjuagarse la boca con colutorios especiales para la boca seca, mantenerse hidratado y cuidar la alimentación son algunas de las
medidas preventivas que deberán instaurarse. También será muy importante acudir al odontólogo antes de empezar el tratamiento con el oncólogo, para realizar el diagnóstico y, si fuera necesario, el tratamiento de cualquier patología bucodental que pudiera comprometer el pronóstico y la calidad de vida de la persona con cáncer.