La clorhexidina se considera el antiséptico bucal
gold standard en el tratamiento coadyuvante de las enfermedades periodontales. Esto quiere decir que es el antiséptico de referencia, el que deben utilizar otros principios activos para compararse en niveles de eficacia y seguridad como antimicrobiano, antiplaca y antigingivitis.
La estructura de la molécula es la de biguanida dicatiónica, es decir, que tiene dos cargas positivas, lo cual es fundamental para explicar su mecanismo de acción. La teoría más aceptada indica que uno de los cationes se adsorbe a la superficie de los dientes y de las mucosas orales (cargadas negativamente), y el otro catión quedaría libre para interaccionar con las bacterias presentes en la cavidad bucal. La clorhexidina adsorbida a la superficie de los dientes y mucosas se puede ir liberando hasta un periodo de entre 8 y 12 horas después de utilizarla en forma de colutorio. Esto implica que la clorhexidina tiene una alta
sustantividad, que es uno de los principales puntos diferenciadores respecto a otros antisépticos.
La clorhexidina es el antiséptico de referencia, el que deben utilizar otros principios activos para compararse en niveles de eficacia y seguridad como antimicrobiano, antiplaca y antigingivitis.
MECANISMO DE ACCIÓN DE LA CLORHEXIDINA
La clorhexidina se une a la pared celular o membrana externa de las bacterias, cargadas negativamente, e interfiere en su metabolismo. Esta unión hace que, en concentraciones bajas, la clorhexidina impida el transporte normal de la pared bacteriana, influyendo en su permeabilidad y favoreciendo la pérdida de componentes intracelulares, como el potasio. A concentraciones altas, provoca la precipitación del contenido del citoplasma, y como consecuencia final, la muerte celular.
Por tanto, la clorhexidina posee una doble acción: en el momento de aplicación (alta concentración), es
bactericida y posteriormente, la clorhexidina que está fijada a las mucosas y se va liberando (baja concentración) es
bacteriostática.
Además del efecto
antimicrobiano, es muy importante el efecto
antiplaca de la clorhexidina. Por un lado
, impide la formación de la película adquirida -película formada sobre la superficie dental con proteínas salivales que permite la posterior formación del biofilm-, si ésta ya se ha formado
impide la adsorción de las bacterias y por último actúa
desorganizando el biofilm ya formado, facilitando así su eliminación.
Asimismo, la inhibición de la formación de biofilm y su desorganización una vez formado convierten a la clorhexidina en un potente agente
antigingivitis. Existen numerosos ensayos clínicos que demuestran la reducción de la inflamación y sangrado gingivales, incluso en modelos experimentales de gingivitis con ausencia de cepillado.
La naturaleza dicatiónica de la molécula de clorhexidina además explica que su actividad pueda verse modificada por otros agentes. Así, la combinación de la clorhexidina con otro antiséptico también de naturaleza catiónica como es el caso del CPC (cloruro de cetilpiridinio) ha demostrado un efecto sinérgico que aumenta la eficacia antiséptica de la formulación
Por el contrario, la eficacia de la clorhexidina puede verse disminuida por agentes aniónicos, entre los que se encuentran el laurilsulfato sódico y el flúor, principal agente anticaries, presentes en la mayoría de los dentífricos. Por ello, si se ha utilizado algún producto de higiene bucal que contenga estos u otros componentes aniónicos, antes de utilizar la clorhexidina es recomendable esperar al menos 30 minutos o realizar varios enjuagues con agua, para evitar que la eficacia de la clorhexidina se vea afectada.
Ernesto de la Puente Ruiz