Actualidad para profesionales de la odontología
11 ene 2012
No existen unos protocolos establecidos de antisepsia prequirúrgica en cirugía bucal, pero la reducción temporal del recuento de bacterias intraorales puede disminuir los niveles de bacteriemia, la infección postoperatoria y la contaminación intraoperatoria de los implantes o materiales de injerto.
En el momento de la intervención quirúrgica, la cavidad bucal debe encontrarse en las condiciones más asépticas posibles, ya que la cirugía en sí supone una puerta de entrada de gérmenes. De esta manera, es necesario que el paciente se encuentre estable periodontalmente antes de dicho procedimiento, es decir, que la enfermedad periodontal, en caso de existir, no se encuentre activa. Así, previamente a este procedimiento, se deben eliminar los posibles focos de infección, placa bacteriana y cálculo, al mismo tiempo que instruimos al paciente en técnicas de higiene oral.
Se ha demostrado que el enjuague preoperatorio durante 2 minutos con clorhexidina al 0,12% reduce la carga bacteriana de la cavidad bucal y, por lo tanto, la bacteriemia intra y postoperatoria, por lo que se considera que es la principal indicación prequirúrgica.
Para minimizar las complicaciones postoperatorias derivadas de una infección, se pretende reducir sustancialmente la carga bacteriana intraoral mediante técnicas de antisepsia, entre las cuales se encuentra la aplicación de enjuagues con clorhexidina al 0,12% durante 2 semanas tras la intervención. Esta pauta puede ser complementada con un spray del mismo producto dirigido hacia las amígdalas.
Durante esta fase inmediata en la que el tejido se encuentra friable, se recomiendan cepillos quirúrgicos blandos para la eliminación mecánica de restos de alimentos, así como placa bacteriana, evitando dañar la zona de cicatrización. Tras la curación del tejido blando (1-2 semanas), se sustituirá el cepillo blando por uno de dureza media, manual o eléctrico.
La incorporación de cepillos interproximales de diferentes diámetros, así como seda dental, a la técnica de higiene convencional es imprescindible para la eliminación de placa bacteriana entre los dientes, los implantes y bajo las prótesis inmediatas. En algunos casos será necesaria la utilización de enhebradores y/o sedas dentales con extremos rígidos para higienizar los espacios interproximales y áreas gingivales en contacto con los pónticos protésicos. Complementariamente, se aconseja el empleo de sistemas de irrigación dirigiendo un chorro de agua a los espacios interdentales y/o interimplantarios para alcanzar límites donde no llegan otros instrumentos.
Durante el periodo de osteointegración (3-6 meses) se debe de hacer especial hincapié en el control de la placa, así como en las revisiones periódicas, para prevenir y/o identificar precozmente enfermedades periimplantarias. En esta fase, se puede complementar la técnica de higiene con enjuagues de clorhexidina al 0,05% o CPC 0,05% (mantenimiento) como coadyuvante.
Con la colaboración de:
www.sepa.es
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