Actualidad para los profesionales de farmacia
02 ago 2014
El simple hecho de sonreír trae múltiples beneficios, tanto para la persona como para los que tiene a su alrededor. Como es bien sabido, no es lo mismo tener una sonrisa sana que refleje una buena salud bucal (estética cuidada, dientes limpios, buen aliento,...), que una sonrisa que pone en evidencia que no se cuida la salud e higiene bucal como es debido.
La salud bucal –reflejada en una sonrisa sana y estéticamente armoniosa– tiene como pilar fundamental una higiene y dieta adecuadas, acompañadas por controles periódicos con el profesional de la odontología.
La higiene de la cavidad bucal, y concretamente de los dientes, tiene un componente profesional –la profilaxis que se realiza en la clínica dental periódicamente, y otro que realizamos nosotros a diario.
Como parte imprescindible en la higiene bucal diaria, destaca el cepillado. Es importante la elección de un buen cepillo y una pasta dentífrica bien formulada, para cubrir las necesidades particulares de cada persona. Además, como complemento al cepillado, es necesario el uso de un colutorio para llegar a las zonas difíciles de acceder con el cepillo; sin olvidar la limpieza interproximal con sedas o cintas dentales, cepillos interproximales e irrigadores bucales.
Es imprescindible saber elegir un buen cepillo de dientes, ya que es el principal instrumento gracias al cual realizaremos una higiene bucal adecuada. Ésta consiste en la eliminación eficaz de la placa bacteriana (biofilm oral), evitando así las posibles complicaciones que puede dar lugar su acúmulo: caries, halitosis, enfermedades de las encías, etc.
Todos los cepillos no son iguales. Un cepillo de dientes adecuado y de calidad, debe realizar sus funciones correctamente (eliminar la placa bacteriana eficazmente sin dañar el esmalte dental); para ello, debe reunir las siguientes características:
• Debe tener los filamentos de Tynex® de alta calidad y de dureza adecuada. La punta de los filamentos debe ser redondeada y texturizada, a fin de realizar una limpieza eficaz y respetuosa, sin dañar los tejidos blandos ni deteriorar la superficie del esmalte dental. En el caso de cepillos de dientes infantiles, deben tener una textura preferiblemente suave.
• El cabezal debe ser de tamaño adecuado, y con forma adiamantada, ligeramente más estrecha por un extremo, que permite llegar a zonas posteriores de la cavidad bucal, más difíciles de alcanzar. La longitud del cabezal del cepillo de dientes debe ser equivalente al área que ocupan de dos a tres dientes contiguos, para poder realizar una higiene efectiva de un par de dientes con la técnica de barrido.
• Con capuchón protector, para mantener el cepillo en condiciones óptimas de higiene.
• El mango debe tener una forma y dimensiones adecuadas para facilitar su uso y proporcionar un agarre cómodo. Es importante que tengan una superficie antideslizante para una sujeción firme del cepillo.
Es recomendable sustituir el cepillo de dientes como mínimo cada tres meses, o bien cuando se detecten los primeros signos de desgaste de los filamentos. Cuando los filamentos dejan de ser paralelos –normalmente al desgastarse toman una forma divergente–, dejan de cumplir correctamente sus funciones, dejando restos de alimentos y de placa bacteriana; además se puede dañar el esmalte dental. Si los filamentos se arquean, deforman o abren, es hora de cambiar el cepillo de dientes, al igual que revisar la técnica de cepillado.
La técnica recomendada es la de Bass modificada, en la que colocaremos el cepillo con los filamentos orientados hacia la unión entre diente y encía en ángulo de 45o. Realizaremos un movimiento vibratorio contando hasta diez, y luego tres gestos de barrido largos hacia el borde incisal o la superficie masticatoria de los dientes.
De esta forma desordenamos la estructura de la placa bacteriana (biofilm oral) mediante la vibración y, una vez desestructurada, procedemos a su eliminación mediante el barrido. Se repiten estos movimientos recorriendo todos los dientes de las dos arcadas y en todas las caras: vestibular (cara externa), palatina (paladar) y lingual (lengua).
Una vez hecho esto, cepillaremos con movimiento circular y con el cepillo en un ángulo perpendicular la superficie masticatoria.
Por regla general, se recomienda realizar el cepillado dental tres veces al día, o después de cada comida. Es importante tener en cuenta que en pacientes con alto riesgo o índice de caries elevado se recomienda cepillarse, además, una vez se despierten por la mañana, y antes y después del desayuno. Igualmente, es posible que el odontólogo le recomiende cepillarse tras la merienda, en caso de que ésta suela estar compuesta por alimentos altamente cariogénicos.
7 Buenas razones para sonreír
1. La sonrisa es contagiosa (al igual que el bostezo) y ayuda a hacer sentir mejor a los que están a nuestro alrededor.
2. La sonrisa mejora el humor del que sonríe y también de aquéllos con los que compartimos una sonrisa.
3. Cuando sonreímos, resultamos más amigables y agradables ante los demás.
4. Sonreír alivia el estrés y nos ayuda a proyectar una imagen más relajada, fresca y menos agotada.
5. El acto de sonreír favorece el sistema inmunológico, ya que nos ayuda a relajarnos (el estrés compromete el sistema inmunológico).
6. Cuando sonreímos, baja nuestra tensión arterial.
7. Al sonreír segregamos endorfinas (hormonas que disminuyen la percepción del dolor) y serotonina (la hormona de la felicidad).
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