Actualidad para profesionales de la odontología
01 sep 2013
A menudo, la xerostomía es un problema subestimado, por lo que un buen inicio en el modo de proceder es empezar por realizar una correcta y detallada historia clínica y dedicarle el tiempo necesario para su confección, anotar todas las enfermedades y fármacos que está tomando el paciente y sospechar que pueda presentar boca seca (lo que hace necesario que el dentista conozca las patologías sistémicas y el tratamiento farmacológico de cada uno de sus pacientes).
En relación con la evolución de la xerostomía, ésta se ha considerado durante bastantes años un síntoma que afectaba más a la población adulta mayor. Sin embargo, se está observando diariamente en clínica que puede aparecer a cualquier edad, y cada vez más en población joven, algo más frecuente en mujeres que en hombres.
Los factores etiológicos más importantes que se relacionan con la xerostomía son los siguientes: radioterapia de cabeza y cuello, ciertas condiciones sistémicas (síndrome de Sjögren primario o secundario, diabetes) y la terapia con determinados fármacos. Son más de 500 fármacos (42 grupos farmacológicos) los que pueden causar xerostomía como efecto adverso. Además, existen factores psicógenos que se han relacionado con la xerostomía, como el estrés, la ansiedad o ciertos cuadros depresivos. Los fármacos más relacionados con la aparición de xerostomía son los antidepresivos (principalmente los antidepresivos tricíclicos), los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (sobre todo cuando se asocian a benzodiazepinas), antihipertensivos, diuréticos e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, hipoglucemiantes orales, ácido acetilsalicílico y corticoides inhalados. Llama la atención que los fármacos más xerostomizantes son los más recetados (fundamentalmente para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y desórdenes mentales), lo que explica la gran prevalencia de esta afección en la actualidad.
Las demandas de los pacientes con xerostomía son claras: mejorar su calidad de vida, mejorar su día a día. Los pacientes necesitan tener más saliva, notarse la boca más húmeda, poder comer y deglutir sin tanta dificultad, que la garganta esté menos seca, ya que incluso a veces les dificulta la respiración y poder saborear mejor los alimentos. Las soluciones se deben plantear de forma individual. El objetivo es encontrar el tratamiento más beneficioso y que mejor acepte el paciente, para lo cual es fundamental realizar un buen diagnóstico.
En la actualidad se dispone de diversas opciones terapéuticas, cuya finalidad es producir una estimulación tópica y/o sistémica de las glándulas salivales, aliviar la sintomatología y prevenir y tratar las complicaciones asociadas. Existen sustitutos salivales que constituyen un tratamiento paliativo: agua, leche, té, suero salino, bicarbonato sódico; entre éstos existen salivas artificiales con varios componentes; algunas contienen enzimas salivales y pueden incorporar sistemas tampón o fluoruros. El otro pilar de tratamiento son los estimulantes salivales conocidos como sialogogos (sistémicos o tópicos), que estimulan la producción de saliva y cuya acción depende de la mayor o menor afectación de las glándulas salivales. Entre los sialogogos sistémicos más utilizados (sobre todo en casos de xerostomía intensa) están la pilocarpina y la cevimelina. Éstos son los que consiguen mayor estimulación, pero tienen efectos adversos que hay que valorar. Los sialogogos tópicos (indicados en xerostomía menos severa) estimulan la producción de saliva mediante estímulos gustativos y/o mecánicos (en forma de comprimidos, chicles sin azúcar, colutorios o sprays). Recientemente, se han incorporado como sialogogos tópicos ácidos débiles, como el ácido málico 1% –en combinación con xilitol y fluoruros– (ya que el ácido es el estímulo ideal para la producción de saliva), que ha demostrado una mejoría en la xerostomía inducida por fármacos antidepresivos y antihipertensivos, sin efectos adversos y sin dañar el esmalte dental.
Es fundamental instaurar un plan preventivo, reforzar técnicas de higiene bucal, realizar revisiones periódicas y motivar al paciente. Sin embargo, en muchos casos es muy difícil tratar con éxito la boca seca, y éste es el gran problema con el que se encuentra el odontólogo. No se debe olvidar que la xerostomía puede ser reversible o irreversible según su etiología, lo que va a condicionar absolutamente el plan de actuación. Por eso, si las glándulas salivales se han visto afectadas irreversiblemente, el tratamiento será más complejo y, por tanto, más difícil solucionar el problema. Si la xerostomía es ocasionada por el consumo de fármacos, ésta puede revertir si se deja de consumir el fármaco, si bien en la mayoría de las ocasiones son terapias farmacológicas que se prescriben para patologías crónicas, como puede ser la hipertensión arterial, por lo que el paciente siempre padecerá xerostomía.
Dr. Gerardo Gómez-Moreno
Profesor Responsable de Interacciones Farmacológicas en Odontología. Facultad de Odontología. Universidad de Granada.
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