Actualidad para profesionales de la odontología
02 jun 2014
Por su naturaleza catiónica y altamente reactiva, tiene un efecto bactericida en altas concentraciones y bacteriostático en bajas, y además posee una alta sustantividad, lo que le permite seguir actuando sobre el medio en el que se aplica varias horas después de su administración.
Generalmente, la clorhexidina se encuentra en su forma soluble a base de sal de digluconato en colutorios, geles, sprays y barnices, principalmente. Se debe tener en cuenta que hay estudios clínicos que demuestran que, aparte del principal principio activo, la composición completa de una formulación influye de manera relevante en su efectividad(1). Es de suma importancia estudiar los diferentes componentes de la fórmula para evitar posibles interacciones(2).
Los principales usos que damos a la clorhexidina en el ámbito odontológico son: como coadyuvante en el tratamiento de las enfermedades periodontales y periimplantarias; para la irrigación y la desinfección de los canales radiculares en procedimientos endodónticos, y para el control químico del biofilm en periodos postquirúrgicos donde no es posible realizar la higiene bucal mecánica de forma adecuada y, por lo tanto, las heridas pueden tardar más en cicatrizar o incluso sobreinfectarse.
Asimismo, la clorhexidina puede ayudar en muchas otras situaciones en el día a día que a veces se desconocen y que vamos a tratar a continuación.
En primer lugar, se ha demostrado que un enjuague de clorhexidina antes de cualquier procedimiento dental puede reducir en gran medida las probabilidades de infección cruzada en la clínica, causada por la presencia de bacterias en el ambiente y por la diseminación que se produce con los aerosoles(3). Esto es especialmente relevante cuando se usan aparatos de ultrasonidos y cualquier tipo de instrumental rotatorio que produzca los mencionados aerosoles. Idealmente se debería acompañar de sistemas de aspiración de elevada potencia para aumentar la efectividad.
Otro punto importante son las bacteriemias que pueden producirse tras ciertos procedimientos dentales. Así, se ha visto que éstas pueden reducirse notablemente con el uso de enjuagues de clorhexidina de forma previa(4) e incluso se ha propuesto su uso como prevención de la endocarditis. Para este aspecto es muy importante la interconsulta con el médico responsable del paciente, con el fin de que considere la necesidad de suministrar un antibiótico previo a la intervención. De todas formas, debido a la gran cantidad de hipersensibilidades y efectos adversos que tienen muchos antibióticos, las formulaciones a base de clorhexidina pueden ser una opción terapéutica en algunos casos.
Del mismo modo, en una revisión sistemática muy exhaustiva se confirmó que el uso de la clorhexidina de forma pre y postoperatoria en extracciones quirúrgicas, sobre todo de terceros molares, disminuía de forma importante las complicaciones postoperatorias, incluida la osteítis alveolar o alveolitis seca(5). Este hecho tendría una importancia enorme, ya que se trata de una complicación bastante frecuente, que se acompaña de mucho dolor y que sigue siendo uno de los motivos de urgencia postextracción más comunes. Podría incluso ayudar a mejorar la percepción del paciente respecto al profesional, al facilitar de forma sustancial el postoperatorio.
También, el uso preoperatorio de la clorhexidina en cirugía de implantes disminuye de forma importante la aparición de complicaciones infecciosas y de fracaso de implantes(6). Incluso se puede reducir la contaminación del hueso que se recoge durante la cirugía para su posterior aplicación como autoinjerto. Los tratamientos con implantes son cada vez más comunes en las consultas y un buen manejo del biofilm de forma pre y postoperatoria se hace indispensable para asegurar el éxito a largo plazo de este tipo de tratamientos. Del mismo modo, resulta muy útil el uso de clorhexidina para la desinfección y el transporte de los distintos aditamentos protésicos que se van a instalar en boca.
Asimismo, se ha demostrado la potente capacidad antifúngica de la clorhexidina en pacientes immunocomprometidos o médicamente comprometidos, en los que el crecimiento de especies oportunistas como los hongos es más probable(7). Del mismo modo, en pacientes expuestos a radioterapia, y que pueden sufrir de mucositis, la clorhexidina se muestra efectiva para la reducción de especies periodontopatógenas y también de Candidas(8). Además, en pacientes institucionalizados en los que la higiene bucal mecánica puede ser deficiente y difícil de realizar, la clorhexidina puede ser de gran ayuda para el control de enfermedades periodontales y de la caries.
Otro grupo de pacientes que puede beneficiarse enormemente es el de los portadores de ortodoncia, en los que la aparatología puede hacer más difícil la higiene bucal mecánica. Así, se ha visto en varios estudios que el uso de colutorios a base de clorhexidina puede mejorar los parámetros periodontales y de caries en los pacientes que los usan(9). Esto es especialmente importante en aquellos pacientes con dificultades para controlar el biofilm con los métodos mecánicos habituales y en aquellos con un elevado riesgo de caries.
También se ha visto que la clorhexidina podría tener cierto efecto beneficioso sobre las úlceras bucales recurrentes.
En este sentido, el efecto consistiría en disminuir su gravedad, aliviar el dolor y acelerar la curación de las úlceras que aparecen en la boca. Por último, y dentro del campo de la odontología adhesiva, un metaanálisis reciente promulga el uso de la clorhexidina después del grabado con ácido ortofosfórico y antes de la aplicación del sistema adhesivo de varios componentes, para disminuir la degradación de la capa híbrida que se forma entre la superficie dental y el adhesivo dentinario(10). La explicación sería que la clorhexidina inactivaría algunas de las metaloproteinasas de la matriz responsables de dicha degradación, lo que disminuiría la fuerza de adhesión de la restauración. De todas formas, se necesitan más estudios para determinar de forma más exacta el tipo y modo de aplicación de la clorhexidina para aumentar el éxito de las restauraciones adhesivas a largo plazo.
CONCLUSIÓN
En definitiva, las formulaciones a base de clorhexidina son una herramienta de gran ayuda para los profesionales de la salud bucodental en el control químico de los biofilms y, por lo tanto, en la prevención y el tratamiento de las infeccionesbucodentales y en el mantenimiento de la salud bucal. Además, pueden utilizarse en multitud de circunstancias en las que sea necesario un refuerzo extra del control químico de los biofilms para evitar o reducir en gran medida las posibles complicaciones derivadas de los tratamientos odontológicos.
Dr. Xavier Calvo,
Periodoncista y Medical Advisor de DENTAID
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