La buena salud dental de una persona adulta está influida, en gran medida, por los cuidados bucodentales que haya recibido en sus primeros años de vida. Por este motivo, es importante ayudar a los padres a adoptar las medidas necesarias para prevenir la caries de infancia temprana (CIT). 

La caries de infancia temprana (CIT) fue descrita por primera vez en 1962 por el Dr. Elías Fass. La American Academy of Pediatric Dentistry (AAPD) define la CIT como la presencia de una o más lesiones de caries dental, cavitadas o no cavitadas, dientes perdidos por caries dental o superficies obturadas en la dentición decidua en niños menores de 71 meses de edad. Cualquier signo de caries en superficies lisas en niños menores de tres años indica una CIT severa. 

Respecto a la prevalencia en España de CIT, según los resultados de algunas encuestas de salud bucal del año 2007, se registraron caries en el 17,4% y el 26,2%, respectivamente, de los niños de 3 y 4 años de edad. En 2010 y 2015, en niños de 5 y 6 años, la prevalencia de caries en la dentición temporal fue del 36,7% y el 31,5%, respectivamente. 

La prevención de esta patología debe comenzar con la educación sobre salud bucodental de los padres ya desde la gestación (periodo prenatal y perinatal). Las clases de preparación al parto son un buen momento en el cual los padres están muy receptivos a aceptar información para el cuidado de su futuro hijo, por lo que resulta de gran importancia la actividad multidisciplinar, en la que el higienista dental juega un rol relevante. Los conocimientos sobre salud bucal de los padres tienen una influencia directa en la futura salud bucal de sus hijos. 

Debemos tener en cuenta que la CIT no solo afecta a los dientes, sino que también repercute sobre el estado de salud general de los niños, ya que puede alterar su capacidad de nutrición y su calidad de vida y aumentar el riesgo de desarrollar nuevas lesiones de caries. 

Actualmente contamos con herramientas, como el cuestionario CAMBRA modificado para edades de 0-5 años, que nos permiten valorar cuál es el riesgo de sufrir caries de los niños y abordar, mediante la mejor estrategia individualizada posible, la prevención de esta enfermedad. 

CUIDADOS BUCODENTALES EN LA PRIMERA INFANCIA 

Dentro de la educación que deben recibir los padres para cuidar la salud bucodental de sus hijos, podemos destacar varios puntos: 

• Empezar a limpiar las encías de los bebés antes de que erupcionen los dientes, mediante una gasa mojada en suero, un dedil de silicona o un dedil de algodón una vez al día. 

• Cuando ya comienzan a erupcionar los dientes, utilizar un cepillo dental adaptado a la edad del niño junto con pasta dental fluorada, colocando una cantidad equivalente a un grano de arroz. Realizar el cepillado de los dientes dos veces al día, una de ellas por la noche. 

• Usar seda dental o flossers en cuanto existan puntos de contacto, ya que el cepillo no puede acceder a las zonas interproximales. 

• Cuando ya han aparecido los primeros dientes, evitar conductas de alimentación promotoras de caries, como tomar hidratos de carbono fermentables en las horas de sueño. 

• Enseñar a los padres cómo levantar el labio (lift the lip) de los niños buscando señales de posibles CIT para que, al menos una vez al mes, lo hagan en casa.